Sellos Educativos
Los sellos educativos son los elementos que nos caracterizan como comunidad. La síntesis expresada en los párrafos siguientes refleja la identidad de nuestra propuesta y nos diferencia de otros proyectos educativos.
CONTROL COMUNITARIO
El Control Comunitario es uno de los pilares que da impulso a nuestro proyecto. Aspiramos a que las decisiones que orientan el destino del Colegio las tome la comunidad que lo conforma (y no un cargo en particular). Creemos que esta premisa no sólo define la manera de organizarnos, sino que también posee un potencial pedagógico enorme, al ofrecernos un sinnúmero de posibilidades de desarrollar habilidades, competencias y conocimientos que nos enseñan a relacionarnos de modos más amorosos entre seres humanos/as y con el mundo natural del que somos parte. Para conversar y tomar decisiones nos reunimos periódicamente trabajadores/as, tutores/as, estudiantes y ex estudiantes en la Asamblea Comunitaria, reconociéndonos como un organismo en el que todas las partes son necesarias para darle vida al proyecto y seguir creciendo.
AUTOGESTIÓN
El control comunitario va de la mano con el modo en que concebimos la Autogestión. Para nosotros/as la Autogestión viene a ser la administración popular del espacio educativo, es decir, que no depende de las directrices de un sostenedor o alguna figura externa, sino de las definiciones de la propia comunidad. Así mismo, reconocemos y aceptamos que las acciones educativas se encuentran dentro de los márgenes establecidos por el Estado de Chile a través del Ministerio de Educación (MINEDUC), por lo que el establecimiento cuenta con reconocimiento oficial y permite que año a año sean decenas de jóvenes quienes – además de vivir un proceso de aprendizaje valioso y significativo- adquieran su licencia de enseñanza media. 10 Creemos que el Colegio Paulo Freire ha sido una experiencia de Autogestión, ya que todo lo que hemos ido construyendo ha sido fruto de la organización colectiva y solidaria, y no de una imposición externa. Entendemos la autogestión como valor y práctica. Es una forma de habitar el mundo alejándose del sometimiento, pero también una práctica que debe existir desde el apoyo mutuo y la solidaridad, no sólo desde un ámbito económico, sino desde cualquier esfera de nuestra sociedad. Sabemos que no hemos sido educados/as para convivir y construir sueños colectivos. Muchas veces creemos no tener las herramientas ni habilidades necesarias para vivir la vida que quisiéramos vivir. Por esa razón, nos propusimos que el desarrollo de la Autonomía y de las interacciones basadas en la Horizontalidad fuese parte de las acciones educativas cotidianas del Colegio.
AUTONOMÍA
La búsqueda de Autonomía nos ha permitido crecer, al exigirnos estar en permanente cuestionamiento y actualización de nuestras premisas, manteniéndonos fieles a los principios que nos agrupan. Ejercemos nuestra autonomía cada vez que –como organización- nos movemos de acuerdo a lo que nosotros/as mismos/as vamos dictando, por ejemplo; al volver a construir el reglamento de convivencia, en este mismo ejercicio de reformulación del PEI, al discutir las metodologías de enseñanza, o al convocar una Asamblea cada vez que en una jornada se presenta la necesidad. Sin desconocer que en muchas dimensiones debemos operar dentro de los marcos definidos por el Estado de Chile a través de la legislación educativa y las reglas emanadas desde el MINEDUC, creemos que son numerosos e importantes los momentos en los que no existe una figura externa que delinee nuestro actuar; son nuestros propios criterios los que entran en juego cuando tomamos decisiones. En paralelo a esta dimensión colectiva de la autonomía, nos enfocamos también en cómo podemos ir aprendiendo a ser sujetos/as autónomos. Al orientar nuestras prácticas educativas hacia la formación de un/a sujeto/a autónomo/a, buscamos aprendizajes que logren generar compromiso y responsabilidad ante los propios actos. Un/a sujeto/a autónomo es alguien que posee autocontrol, es un ser crítico que rehúye de la pasividad, y ante todo, es un ser creativo y transformador.
RELACIÓN HORIZONTALES
Por otra parte, la horizontalidad se expresa día a día al no mirar a nadie por sobre otro/a, al no tratar a nadie como una categoría, rol o número, sino como un ser humano/a. Se trata de un ejercicio político[1]comunitario en el que cada integrante de la comunidad es considerado/a en las decisiones colectivas. La horizontalidad implica una des jerarquización que no niega los roles, cargos y/o lugares al interior del proyecto. No borra la línea entre educador/a y estudiante, sin embargo la humaniza y la vuelve más delgada. Vuelve posible la interacción basada en los argumentos, y no en la imposición de una orden emanada de un cargo. La des jerarquización de los roles supone un control colectivo de los cargos, y la colaboración entre pares para evitar la concentración de poder, y dispersarlo entre la comunidad. Todo ello se expresa también, en los quehaceres educativos y actividades colaborativas que se llevan a cabo en las distintas clases.
Principios y enfoques educativos
Nuestras prácticas educativas se sustentan en un conjunto de principios orientadores que se pueden resumir en tres matrices cargadas de elementos filosóficos, sociológicos, psicológicos, éticos y valóricos; la Educación Popular, la Pedagogía Crítica y la Innovación educativa.
• Nos inspira la Educación Popular, cuya praxis apunta hacia la liberación, reconoce los saberes populares, propicia el diálogo, reconoce la cultura como campo de disputa, se opone a la reproducción social y niega la educación formal como monopolio académico. De esa manera, nuestras prácticas pedagógicas aspiran a construir el conocimiento junto a otros y otras, en base a procesos de aprendizaje inmersos en cruces interdisciplinarios que vuelven más amplias y más fértiles las interacciones educador/a – estudiante.
• Nos proponemos ir alcanzando una conciencia crítica mediante una pedagogía que estimule la reflexión, el cuestionamiento y la creación de nuevas formas de convivir. La pedagogía crítica que inspira nuestras prácticas educativas apunta al desarrollo de un pensamiento que siembra preguntas y aventura respuestas, potenciando la investigación, la creación de nuevos saberes y el trabajo colaborativo, alejándose de la reproducción mecánica de ideas. • La diversidad que convive a diario en el Colegio Paulo Freire tiene un denominador común: un historial de malas experiencias en relación a las instituciones educativas formales. De ese modo, se vuelve un imperativo no repetir las prácticas pedagógicas, ni las estructuras, ni las interacciones sociales que se dan tradicionalmente dentro de las escuelas. Construir un nuevo territorio de encuentro y producción de saberes nos insta a repensar permanentemente nuestras clases y, en definitiva, a innovar en nuestras prácticas educativas asumiendo riesgos metodológicos con responsabilidad y rigor.